Avance histórico en la legislatura del estado, el comité de Texas envía al senado dos proyectos de ley relacionados con la legislación del juego.

Los proyectos de ley 2843 y 1942 de la Cámara de Representantes son dos textos legislativos que permitirían y activarían el sector del juego de Texas. Contemplan la regulación legal en Texas tanto del juego en casinos como de las apuestas deportivas en línea.

A día de hoy, la mayoría de las formas de juego están prohibidas. Las únicas excepciones son las loterías, las apuestas en carreras de galgos y caballos y el bingo.

De aprobarse esta legislación, se permitiría la explotación de 8 casinos resort pendientes. El proyecto de ley también incluiría las apuestas deportivas a través del móvil. Entre los grupos a favor, se encuentra la alianza de apuestas deportivas, un colectivo de importantes casas de apuestas deportivas y equipos deportivos profesionales tejanos.

Este proyecto de ley está siendo representado por varias entidades, entre ellas el gigante turístico Las Vegas Sands. Sands lleva presente en dos sesiones consecutivas con el interés de impulsar estos proyectos de ley. Desde 2020, la empresa ha gastado una peque?a fortuna en grupos de presión, anuncios de televisión y otras numerosas contribuciones a la campa?a.

Sin embargo, este impulso puede no ser suficiente para influir en el Senado estadounidense, ya que los proyectos de ley de esta naturaleza implican alteraciones en la Constitución de Texas, que requieren una mayoría de ? en ambas cámaras para su éxito. Una tarea difícil a pesar del apoyo a los proyectos de ley debido al aparente desinterés del Senado por el sector o la legislación.

El vicegobernador Dan Patrick, que preside el Senado, declaró una rotunda falta de apoyo del GOP. “Nuestros miembros han sido claros: hoy no nos apoyan. No tenemos votos en el Senado. No hemos encontrado ni un solo senador que lo apoye”.

También se?aló su negativa a aprobar cualquier legislación impulsada por la mayoría demócrata. Deseando ver el consenso republicano para siquiera suscitar una consideración a favor de los proyectos de ley. Un sentimiento que deriva del temor a la ludopatía social y a la naturaleza depredadora que se percibe en las plataformas y locales de juego.

Tal postura podría considerarse imprudente teniendo en cuenta a la estimación por parte de la Sports Betting Alliance (Alianza de Apuestas Deportivas). Según la Alianza, los tejanos gastan más de 6 mil millones de dólares al a?o solo en apuestas deportivas. Además, la AGA (Asociación Estadounidense de Juego) también ha descubierto que las apuestas deportivas ilegales, que sin duda abundan en las fronteras tejanas, cuestan a los estados posiblemente más de 700 millones de dólares en ingresos fiscales anuales.

Aparte de los ingresos directos, los defensores del proyecto de ley hacen hincapié en la plétora de oportunidades. Entre ellas se incluyen la creación masiva de empleo y el aumento de las ventas y las estancias hoteleras, que podría acarrear una fortuna en ingresos fiscales.

También se ha argumentado que, dado que una amplia franja de tejanos ya participa en actividades de juego sin repercusiones, no sería posible proteger a estas personas con arreglo a la ley. Proteger la integridad de los eventos de apuestas también es una tarea difícil si no se legisla al respecto.

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